Hace ahora 20 años, en plenas navidades de 2002, un grupo de jóvenes optaron por irse a limpiar las playas de Galicia del desastre del chapapote, prestando sus manos al pueblo gallego de O Grove. El Chorrillo recogió así la noticia
Las manos de
Cazalla de la Sierra para Galicia
Un grupo de 48 jóvenes se desplazaron al lugar del desastre
Nuestros jóvenes estuvieron en Galicia para aportar su granito de arena. Entre los días 25 al 31 de diciembre, por iniciativa de la Asociación Cultural José María Osuna -grupo de voluntariado ambiental- y la Concejalía de Juventud de nuestro Ayuntamiento -Centro de Información Juvenil- 48 jóvenes de Cazalla de desplazaron al lugar del desastre ecológico ofreciendo sus capacidades y su dedicación libre y desinteresada. En la lonja de O Grove dejaron una pancarta con esta inscripción: “las manos de Cazalla son para Galicia”, y así lo demostraron de forma activa con su trabajo durante estos días.
Nuestros jóvenes confirmaron con su presencia en las playas, la realidad -ola solidaria- que componen miles de jóvenes provenientes de toda la geografía.
Estos días de trabajo, duro e intenso en la limpieza de
playas, ha significado para cada uno de ellos una experiencia inolvidable; por
un lado, lo que ello ha supuesto para su enriquecimiento personal, y por otro,
el aporte, tanto moral como material, que este acto de responsabilidad y
solidaridad ha traído consigo para la comunidad y el medio ambiente.
Todo ello sin olvidar lo que ha significado para unos y
otros en cuanto a intercambio afectivo y cultural.
En O Grove, un día cualquiera, con temporal o sin temporal
-pero con gran entusiasmo- todo quedaba preparado: en la Lonja les esperaba un
desayuno que con todo el cariño del mundo, preparaban las mariscadoras -sus “madres
adoptivas” durante estos días-. Tras la asignación de la playa, tenía lugar el
aprovisionamiento que requiere este trabajo (traje de agua, botas de goma,
mascarillas, gafas, guantes y precinto para más seguridad…). Después de dos
horas intensas de trabajo, el bocadillo,… y otra vez rodilla en tierra -arena-,
a luchar contra la marea, hasta que ésta se lo permitiera.
Terminada la jornada, y tras un breve descanso, en este caso
en buenos hoteles, tenía lugar la vuelta a la lonja y la cena calentita unida a
buenos ratos de debate y charlas con los componentes de la cofradía San Martín
y voluntarios procedentes de otras zonas, terminando la jornada con la puesta
en común para intercambiar opiniones y organizar el día siguiente.
No hace falta decir que con esta expedición, han marchado a
Galicia muchos cazalleros, que se han sentido solidarios. Como recuerdo de la
estancia en aquella lonja ya inolvidable para nosotros, allí quedó, para
endulzar de alguna manera el amargor de la tragedia, un pequeño testimonio de
nuestra tierra, mantecados y aguardientes ofrecidos por las empresas Mantecados
Trigo y Anís Miura. Todo ello sin olvidar la aportación económica dispensada
por la Consejería de Medio Ambiente, que financió el autobús, de la agrupación
local socialista que realizó una aportación económica para los gastos que se
originaran, y mascarillas de seguridad proporcionadas por nuestro Ayuntamiento.
Con esta experiencia en tierras gallegas se confirma que la
ayuda voluntaria es una realidad y que el voluntariado se ha convertido en un
movimiento solidario que ha conmovido a toda la sociedad, por lo que esperamos
que esta vivencia no se quede en esta respuesta y los jóvenes de Cazalla
contribuyan a crear una sociedad más justa y equitativa. Gracias a todos y
todas por su esfuerzo y colaboración.
NUNCA MAIS.
Grupo de voluntarios.
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